Después que un diente ha sido extraído se forma un coágulo en el sitio de la extracción, el cual protege y cura el hueso y las terminaciones nerviosas. Ese coágulo debe permanecer hasta que sus encías hayan cicatrizado y su boca haya recuperado sus condiciones normales.
Si el coágulo de sangre se desprende accidentalmente, usted podría sufrir de una complicación conocida como osteítis alveolar o alveolo seco.
A continuación, se presentan algunas recomendaciones para prevenir la osteítis alveolar:
- Evite poner estrés sobre el área afectada
- No utilice pajita (popote, sorbete o pitillo) para beber líquidos.
- No cepille o toque el área del coágulo.
- Mantenga su boca muy limpia
- Espere 24 horas antes de empezar a limpiar el área de la extracción.
- Cepille cuidadosamente sus dientes y lengua evitando tocar el área afectada.
- 24 horas después de la extracción, puede empezar a enjuagar con un enjuague bucal antibacterial o agua salada.
- Evite fumar
- Coma solamente alimentos suaves
- Beba mucha cantidad de líquidos
- El agua es la mejor opción
- Evite bebidas muy calientes, gaseadas, o alcohólicas.
- Preste atención a las contraindicaciones de los medicamentos
- Algunos medicamentos pueden inhibir la formación del coágulo alveolar.
- Descanse.
- Evite participar en actividades deportivas u otras actividades físicas que pudieran perturbar al coágulo alveolar y la cicatrización de la zona de la extracción.
Llame a su dentista si, pocos días después de la cirugía, observa cualquiera de los siguientes síntomas:
- Dolor en el alvéolo de donde se extrajo el diente y que irradia hacia la cara y la cabeza.
- El coágulo de sangre se ha desprendido total o parcialmente.
- Mal aliento.