Después que un diente ha sido extraído se forma un coágulo en el sitio de la extracción, el cual protege y cura el hueso y las terminaciones nerviosas. Ese coágulo debe permanecer hasta que sus encías hayan cicatrizado y su boca haya recuperado sus condiciones normales.

Si el coágulo de sangre se desprende accidentalmente, usted podría sufrir de una complicación conocida como osteítis alveolar o alveolo seco.

A continuación, se presentan algunas recomendaciones para prevenir la osteítis alveolar:

  1. Evite poner estrés sobre el área afectada
    • No utilice pajita (popote, sorbete o pitillo) para beber líquidos.
    • No cepille o toque el área del coágulo.
  2. Mantenga su boca muy limpia
    • Espere 24 horas antes de empezar a limpiar el área de la extracción.
    • Cepille cuidadosamente sus dientes y lengua evitando tocar el área afectada.
    • 24 horas después de la extracción, puede empezar a enjuagar con un enjuague bucal antibacterial o agua salada.
  3. Evite fumar
  4. Coma solamente alimentos suaves
  5. Beba mucha cantidad de líquidos
    • El agua es la mejor opción
    • Evite bebidas muy calientes, gaseadas, o alcohólicas.
  6. Preste atención a las contraindicaciones de los medicamentos
    • Algunos medicamentos pueden inhibir la formación del coágulo alveolar.
  7. Descanse.
  8. Evite participar en actividades deportivas u otras actividades físicas que pudieran perturbar al coágulo alveolar y la cicatrización de la zona de la extracción.

Llame a su dentista si, pocos días después de la cirugía, observa cualquiera de los siguientes síntomas:

  1. Dolor en el alvéolo de donde se extrajo el diente y que irradia hacia la cara y la cabeza.
  2. El coágulo de sangre se ha desprendido total o parcialmente.
  3. Mal aliento.