Los dentistas sostienen que lo mejor es preservar su diente natural, por eso hacen todo lo posible para que usted no pierda ningún diente. Un tratamiento de conductos afectivo le permite conservar su diente. Frecuentemente la única otra opción es sustraer el diente.
Mantener sus dientes le ayuda a prevenir que los otros dientes se desalineen y causen problemas en los huesos de la boca y enfermedades de las encías. Curar y mantener un diente mediante un tratamiento de conductos evita tener que reemplazarlo por un puente o implante.
¿Qué es un tratamiento de conductos?
Un tratamiento de conductos, también llamado endodoncia, es el proceso de remover del diente la pulpa infectada, dañada o muerta.
Los dientes están conformados por tres capas duras:
- Esmalte
- Dentina
- Cemento
Hay un espacio dentro de las capas duras de cada diente. Esa zona es llamada el sistema de conductos radiculares que es una pulpa dental suave compuesta de nervios y vasos sanguíneos que permiten que el diente crezca y se desarrolle.
Una vez que el diente ha crecido completamente, éste puede sobrevivir sin su pulpa. Si la pulpa se infecta, se requiere de un tratamiento de conductos, o endodoncia. Este tratamiento involucra la remoción de la pulpa dental.
Durante su examen dental periódico su dentista revisa si hay infección o daño en los dientes, aun cuando usted no tenga síntomas. Si se encuentra un problema y usted necesita un tratamiento de conductos, su dentista puede realizarlo o referirlo a un especialista en tratamiento de conductos (el endodoncista) el cual ha realizado al menos dos años adicionales de estudios universitarios en el área.
Si el “diente de leche” de su niño está dañado, su dentista puede realizar un tratamiento o referirlo a un dentista pediátrico.
Si usted observa un problema con un diente no espere a que duela. Llame a su dentista apenas detecte que su diente se ha dañado, perciba una caries, o se le ha aflojado un empaste. Si usted es atendido rápidamente tendrá mayores posibilidades de prevenir daños y preservar su diente.
¿Cuándo se requiere un tratamiento de conductos o endodoncia?
La pulpa dental puede dañarse debido a grietas en el diente, caries profundas o accidentes. Gérmenes (o bacterias) pueden entrar en el diente e infectar la pulpa dental. Esta situación puede causar dolor e inflamación. Algunas veces la pulpa se infecta o muere sin causar dolor.
Su dentista notará:
- Cambios en la coloración del diente.
- Cambios en las encías.
- O cambios detectados mediante radiografía odontológica.
En ocasiones, el dentista puede concluir de la radiografía que la pulpa del diente no sobrevivirá y que un tratamiento de conductos prevendrá los síntomas y salvará su diente.
¿Cómo se hace el tratamiento de conductos?
- Paso 1. Un miembro del equipo (dentista o asistente dental) coloca un dique de goma alrededor del diente. Esto es para proteger el diente de los gérmenes de la saliva mientras se hace el tratamiento.
- Paso 2. Su dentista o asistente dental le suministra anestesia.
- Paso 3. Su dentista o asistente dental abre un pequeño orificio en su diente para acceder al sistema de conductos radiculares y la pulpa dental dañada.
- Paso 4. Mediante el uso de instrumentos especiales, su dentista o endodoncista despeja y agranda el área para extraer la pulpa dañada.
- Paso 5. Entonces él o ella limpia, rellena y sella el conducto con un material gomoso (llamado gutapercha)
- Paso 6 Su dentista o endodoncista sella la abertura del diente con un empasto temporal o permanente.
Cosas a considerar:
Una endodoncia o tratamiento de conductos puede realizarse en una sola cita o puede tomar dos o mas visitas. Esto depende de la complejidad del sistema de conductos y del grado de deterioro de la pulpa. En ocasiones, si la infección se ha extendido del diente y ha alcanzado el hueso hablamos de absceso y la infección debe ser drenada antes de que la raíz pueda ser rellenada.
Después del tratamiento de conductos su diente puede estar sensible por una o dos semanas. Dolor fuerte e inflamación no suelen ocurrir. Pero si el dolor es severo, llame a su dentista o endodoncista.
Después del tratamiento de conductos su diente debe ser reparado para verse, sentirse y funcionar lo más parecido a su diente original. Su dentista puede utilizar empaste o una corona para restaurar el diente. Eso dependerá de la fortaleza (y volumen remanente) del diente intervenido.
Un diente trasero muy probablemente requerirá de una corona para poder realizar la exigente función de masticado.
Si al diente no le queda mucho volumen, deberá insertarse un poste para sostener la corona.
Un diente oscurecido puede ser blanqueado, recibir una corona o ser recubierto con una carilla.
Es posible que desarrolle una caries o enfermedad de la encía aun después de un tratamiento de conductos. Éste no protege al diente de daños adicionales.
Re-Tratamiento de Conductos y Cirugía de Conductos:
La mayoría de las veces los tratamientos de conductos son exitosos, pero en ocasiones un segundo tratamiento de conductos es necesario. Este procedimiento es llamado Retratamiento de Conductos.
El relleno del conducto es extraído y el conducto es limpiado nuevamente, se le vuelve a dar forma y es rellenado nuevamente con gutapercha.
Su dentista o endodoncista puede practicar una cirugía de conductos o apicectomía cuando un tratamiento de conductos no funciona o no puede hacerse.
La cirugía se realiza para:
- Examinar el final de la raíz y detectar grietas o fracturas.
- Remover partes de la raíz que no pueden ser limpiadas mediante un tratamiento de conductos.
- Limpiar una infección que no ha podido ser curada mediante un tratamiento de conductos.
Todos los dentistas aprenden a practicar tratamientos de conductos en la escuela de odontología, pero los retratamientos y las cirugías son más complejos. Entonces, su dentista puede referirlo a un endodoncista.
Generalmente, un diente con tratamiento de conductos puede salvarse, pero hay casos en los cuales todos los esfuerzos fallan y el diente debe ser removido.